Andreas Wahl es un físico noruego loco que acaba de subir un video donde
él aparece haciendo precisamente eso. Se paró enfrente de un AK- 47 sin
chaleco antibalas (¡incluso sin camisa!), pidió que dispararán y logró
salir sin ningún rasguño.
Andreas Wahl quiso demostrar la fuerza de un fusil de asalto bajo el
agua. El físico se paró a 3 metros de distancia de un AK-47 y se
disparó dentro de una alberca.
Lo que intentó demostrar es que un arma de este alcance reduce
considerablemente su peligrosidad al estar sumergida en agua. Esto se
debe a que las moléculas están más juntas en el agua que en el aire, así
que cuesta más trabajo que la bala se desplace, y por lo tanto pierde
fuerza y no alcanza la distancia entre sí misma y el físico.
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